viernes, 28 de febrero de 2014

Monográfico sobre Aprendizaje-Servicio en RIEJS




La Revista Internacional de Educación para la Justicia Social (RIEJS) ha publicado un monográfico dedicado al Aprendizaje-Servicio. 

En esta edición, que tuve el honor de coordinar, se presentan aportaciones teóricas, experiencias y estudios sobre el aprendizaje-servicio para la justicia social. En total once artículos.
Del texto de presentación que escribí para este número de RIEJS he extraído las siguientes reflexiones: 
"El objetivo de satisfacer necesidades sociales y de contribuir a mejorar la sociedad y el entorno está implícito en las actividades de ApS. Todos los proyectos de ApS tienen el potencial de desarrollar una visión de la justicia social. A través del ApS, los estudiantes aumentan la conciencia de la justicia social (Baldwin, Buchanan y Rudisill, 2007), aprenden a cuestionar la sociedad desde un punto de vista crítico y a analizar los temas que se van encontrando en su vida con una mirada crítica hacia las injusticias, y ponen énfasis en el cambio social en vez de en la caridad (Rosenberger, 2000).
Ahora bien, no todos los proyectos de ApS tienen un enfoque explícito de justicia social. La perspectiva de la Justicia Social en el ApS tiene dos dimensiones: una relacionada con la práctica y otra con la reflexión.
Respecto a la primera, los proyectos con un enfoque de justicia social se dirigen a las personas y los colectivos más desfavorecidos, en contraste con otros en los que el objetivo es mejorar el entorno o dar un servicio a personas con menos necesidades. Las acciones de ApS se dirigen a personas que viven en escenarios de desventaja social, exclusión y/o riesgo de exclusión, centrando sus actuaciones en situaciones de injusticia social relacionadas con la equidad, el respeto a la diversidad, la interculturalidad, la diversidad funcional, las dificultades de aprendizaje, la inclusión educativa y los derechos humanos.
Desde la perspectiva de la reflexión, los proyectos de ApS con un enfoque de Justicia Social desarrollan debates críticos sobre temas relacionados con el poder, los privilegios y las desigualdades sociales y examinan de forma crítica cuestiones como el racismo y la igualdad de oportunidades, favoreciendo el desarrollo y compromiso social de los participantes desde una perspectiva transformadora. Los estudiantes reflexionan de forma estructurada sobre estas realidades, su origen, cómo prevenirlas y afrontarlas, y sobre el impacto del servicio en la mejora de la situación de injusticia y en el cambio social.

Un enfoque crítico del ApS asume la naturaleza política del servicio y promueve la justicia social por encima de otras perspectivas de la ciudadanía más tradicionales. Un estudio de Wang y Rodgers (2006) muestra que el enfoque de justicia social en el ApS favorece el desarrollo de un pensamiento más complejo que el ApS tradicional. Esta orientación pedagógica requiere que los educadores se centren en la responsabilidad social y en temas críticos para la comunidad. De esta manera, el ApS se convierte en un instrumento de reforma social y política.
Cuando a la experiencia de ApS se le añade el enfoque de la Justicia Social, se enriquecen las experiencias de aprendizaje y de servicio, y los estudiantes toman conciencia de su propio concepto de justicia social y de su papel en la transformación social.
Fusionar los conceptos de aprendizaje-servicio y justicia social da lugar a un marco pedagógico de gran valor (Banks, 1997; Guyton, 2000). Ahora bien, para desarrrollar al máximo el potencial de esta poderosa herramienta es preciso que la planificación incluya la reflexión estructurada y el debate acerca del concepto de justicia social y de las implicaciones del servicio en el cambio social.
El proceso de reflexión-acción integrado en la experiencia de ApS permite articular los aspectos subjetivos, reflexivos y experienciales en la representación propia que el estudiante conforma sobre lo que es la Justicia Social. El planteamiento de las 3-R (Murillo y Hernández, 2011), las tres grandes concepciones de Justicia social que conviven en la actualidad, puede facilitar esta reflexión. Esta visión considera la Justicia Social como Redistribución, Reconocimiento y Representación-Participación. Mientras la primera se centra en la distribución de bienes y recursos, la segunda lo hace en el reconocimiento y el respeto cultural de todas y cada una de las personas, y en la existencia de unas relaciones justas dentro de la sociedad, y la tercera se refiere a la participación en decisiones que afectan a sus propias vidas, es decir, asegurar que las personas son capaces de tener una activa y equitativa participación en la sociedad."
Espero que este número sea de interés y servirá no sólo para promover el uso del ApS, sino también la investigación y el debate sobre la educación, el compromiso cívico y la transformación social.

Pincha aquí para acceder al número completo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario